El año 2024 ha sido un año muy duro, con dos grandes tragedias que han afectado enormemente a la sociedad valenciana, el incendio de Campanar, en febrero, y la DANA del 29 de octubre, con terribles consecuencias, que quedarán, para siempre, en nuestros pensamientos y corazones.

Sin embargo, también ha sido un ejercicio que ha traído noticias muy positivas para las personas enfermas de alzhéimer y para sus familias. Los avances en diagnóstico precoz, en terapias, los pasos en el desarrollo de los nuevos fármacos específicos, que parecen estar más cerca, y de nuevas tecnologías que mejoran la intervención en las diferentes fases de la enfermedad traen esperanza. Es cierto que aún no existe cura para esta enfermedad, pero conseguir ralentizar su avance y síntomas y, con ello, mejorar la calidad de vida de pacientes y familias, es un gran logro. Y nos indica que vamos por el buen camino.

Por ello, ahora más que nunca, es fundamental que se destinen más recursos a la investigación y detección precoz del alzhéimer, que den respuestas eficientes y permitan actuar ante la acelerada progresión de la enfermedad en todo el mundo. Los pronósticos sobre su incidencia, por desgracia, se van cumpliendo. Cada año, vemos como crecen los diagnósticos y la demanda de información, orientación y asesoramiento ante los mismos.

Pero los recursos para las familias que hacen frente a esta nueva situación que cambia sus vidas no se están incrementando al ritmo necesario. Urge un esfuerzo para que esta brecha no siga agrandándose. Una tendencia positiva es que, cada vez en mayor medida, los contactos con AFAV se producen en fases iniciales de la enfermedad, en las que las terapias que ralentizan su progreso son más efectivas, lo que confirma el impacto de las campañas de sensibilización. Además, supone un aval a la percepción de nuestra asociación como organización de referencia y a la confianza en nuestra labor, fruto, en gran parte, de las valoraciones y experiencias de las familias con las que trabajamos.

‘A de Alzheimer’

En 2024, nos apoyamos en el lema ‘A de Alzheimer. A de Acción’ para divulgar y transmitir la necesidad de implicación de todos los agentes de nuestra sociedad y estamos muy agradecidos por la respuesta lograda. A todas las personas, organizaciones e instituciones que por primera vez nos disteis apoyo y, sobre todo, a todas las que estáis ahí de forma constante y sois pilar esencial de este pequeño universo que formamos el equipo de personas de AFAV junto a las familias, personas cuidadoras y voluntarias, gracias por vuestra confianza, compromiso y apoyo.

En la Comunitat Valenciana, se superan las 50.000 personas diagnosticadas con alzhéimer. A ellas, se suman de media 20 casos al día, según estadísticas de la Conselleria de Sanitat de Generalitat. AFAV es una entidad pionera y referente en España en el uso de terapias no farmacológicas que ralentizan el proceso degenerativo de la enfermedad, al tiempo que aumentan la autoestima y autonomía de las personas afectadas.

La misión de AFAV es proporcionar a las personas afectadas por la Enfermedad de Alzheimer y otras demencias y a su entorno una mejora significativa en su calidad de vida. A la persona afectada por la patología, a través de terapias no farmacológicas que ralenticen el proceso degenerativo de la enfermedad y que aumenten su autonomía y su autoestima. A las personas familiares y/o cuidadoras, a través de espacios adecuados donde se atienda al paciente, lo que les permitirá descansar, trabajar y, en definitiva, cuidarse para poder cuidar.

En nuestros dos centros, el Centro Terapéutico de Día de Benicalap, en la ciudad de València, y la Unidad Terapéutica de Día ELAIA, en Moncada, trabajamos en la estimulación cognitiva y física de las personas con demencias, con un enfoque integral. Los principales objetivos de estos centros son ralentizar el avance del trastorno neurodegenerativo, la promoción de la autonomía personal, la prevención de la dependencia y el mantenimiento y/o mejora del bienestar físico, social y mental de las personas usuarias, desde un abordaje multidisciplinar que atiende a las necesidades de la persona en fases prodrómicas, iniciales y moderadas del trastorno neurocognitivo.