La demencia es un síndrome –generalmente de naturaleza crónica o progresiva– caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar el pensamiento) más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento normal. La demencia afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio. La conciencia no se ve afectada. El deterioro de la función cognitiva suele ir acompañado, y en ocasiones va precedido, por el deterioro del control emocional, el comportamiento social o la motivación.
El Alzhéimer
DEFINICIÓN DE DEMENCIA

La demencia está causada por diversas enfermedades y lesiones que afectan al cerebro de forma primaria o secundaria, como la enfermedad de Alzheimer o los accidentes cerebrovasculares entre otras.
La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en todo el mundo. Puede resultar abrumadora no solo para quienes la padecen, sino también para sus cuidadores y familiares. A menudo hay una falta de concienciación y comprensión de la demencia, lo que puede causar estigmatización y suponer un obstáculo para que las personas acudan a los oportunos servicios de diagnóstico y atención. El impacto de la demencia en los cuidadores, la familia y la sociedad puede ser de carácter físico, psicológico, social y económico.
SÍNTOMAS
- Pérdida de memoria: al inicio, las personas con demencia olvidan sobre todo acontecimientos que han ocurrido recientemente como, por ejemplo, lo que se acaba de decir o lo que se disponían a hacer. Más tarde, olvidan también acontecimientos que ocurrieron con anterioridad.
- Problemas de orientación: las personas con demencia se pierden con facilidad, olvidan donde se encuentran y no recuerdan el día, el mes o el año en el que están.
- Dificultad para planificar y hacer previsiones: concertar una cita, por ejemplo, les resulta muy difícil.
- Dificultad para realizar ciertas tareas básicas: vestirse, ir al baño, tareas de higiene.
- Trastornos del pensamiento, del lenguaje y de la capacidad de juicio.
- Cambios en la personalidad y en el estado de ánimo: se producen alteraciones del comportamiento. Las personas con demencia pueden presentar cambios bruscos de humor, estar agitadas y en ocasiones mostrarse suspicaces o agresivas.
Llegado cierto momento, las alteraciones son tan serias que se ve afectada la vida normal. La vida laboral y otras actividades, así como los contactos diarios se hacen cada vez más difíciles. A medida que la enfermedad avanza, el paciente se vuelve más dependiente de los demás para los cuidados de la vida diaria. Finalmente, muchos pacientes necesitan ser ingresados en residencias.
Las demencias se pueden clasificar en función de distintos sistemas atendiendo a la edad de inicio, la causa o etiología, los signos neurológicos acompañantes y si son o no tratables.

FASES O ETAPAS
- No todos los enfermos siguen el mismo proceso.
- El proceso puede durar entre 2 y 10 años (o más).
- El proceso puede tener períodos estacionarios.
Dentro de la enfermedad se puede hablar de fases o etapas y estadíos.

Esta primera etapa se caracteriza porque los enfermos tienen algunas pérdidas de memoria: ocasionalmente se les olvida algunas cosas, pueden perderse, olvidar sus citas o nombres de personas. Estas pérdidas de memoria pueden pasar inadvertidas por ser bastante leves pero con el tiempo pueden interferir en su día a día .En cuanto al comportamiento los enfermos sufren cambios de humor e incluso enfados cuando se dan cuenta que pierden el control de lo que les rodea. En esta fase utilizan frases más cortas, mezclan ideas sin relación directa, tienen problemas para encontrar palabras, aunque en líneas generales continúan razonando adecuadamente.
En esta fase se agrava la situación y ya no hay duda de su diagnóstico. Disminuye la memoria reciente y empiezan a producirse cambios de comportamiento más acusados: agresividad, miedos, alucinaciones, … El paciente pasa a ser más dependiente, necesitando ayuda para el autocuidado, es incapaz de trabajar y se muestra confuso con facilidad, necesitando una supervisión diaria de todo lo que hace. Es cierto, que en esta etapa las rutinas o conversaciones superficiales pueden verse conservadas pero cuando se profundiza empiezan a aparecer dificultades. El lenguaje empieza a verse más afectado: repite frases, no las acaba, le cuesta relacionar y diferenciar conceptos. En esta fase los enfermos empiezan a perder el equilibrio, tienen caídas espontáneas y necesitan ayuda para deambular.
En la última fase, el paciente depende por completo de terceras personas para su subsistencia. Necesita ayuda incluso para las tareas más básicas: comer, limpiarse, moverse. La memoria empieza a perderse tanto la reciente como la remota. No reconocen a sus hijos, cónyuges, etc…Su comportamiento es como el de un niño pequeño: llora, grita, se agita, no comprende una explicación y pueden tener periodos y comportamientos desinhibidos y agresivos. En cuanto al lenguaje balbucean. Muchos pacientes permanecen rígidos y mudos. Les cuesta controlar sus esfínteres, se atragantan, le cuesta tragar y no controlan sus gestos. Aumentan las complicaciones y riesgos derivados de infecciones, deshidratación, desnutrición, heridas por inmovilización, etc …En ocasiones, la causa final de la muerte suele estar relacionada con alguna de estas complicaciones.
Demencias más importantes
ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia, alrededor del 60% de todos los pacientes con demencia padecen la enfermedad de Alzheimer.
TRATAMIENTOS
No existe un tratamiento eficaz que cure la enfermedad hoy en día.
Se sigue investigando en la búsqueda de fármacos eficaces.
Existen medios para retardar la evolución de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del enfermo, y de sus familiares (farmacológicos y no farmacológicos).
Inhibidores de la acetilcolinesterasa: Donepezilo, rivastigmina, galantamina.
Inhibidores del receptor NMDA: memantina.
Otros fármacos para tratar los síntomas conductuales: ansiolíticos, antidepresivos, neurolépticos.
La estimulación cognitiva pretende actuar con rigor sobre aspectos importantes de la persona con demencia, como son el equilibrio emocional, estado anímico, participación en las actividades, descubrimiento y uso de actividades “olvidadas”, mantenimiento de las actividades de la vida diaria, actitudes sociales, control conductual, sin olvidar al familiar cuidador, cuya estabilidad emocional es pieza clave para el mantenimiento del equilibrio afectivo del propio enfermo.
(L. Tàrrega )
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