Serafina Poch conoció la musicoterapia en 1962. Desde entonces, no ha dejado de trabajar para ayudar a las personas enfermas a través de la música. Poch, que introdujo la musicoterapia en España en 1964, nos habla en esta entrevista de  su pasión por esta disciplina y de los grandes beneficios que aporta a las personas.

Serafina, ¿cuál es su relación con la musicoterapia? ¿Qué importancia tiene en su vida?

Descubrí la musicoterapia en 1962  y  a partir de 1966,  al realizar el Internado en musicoterapia,  ha sido mi profesión a la que he dedicado toda mi energía. Ahora, desde 2005, en que dejé la Dirección Científica del Máster de Musicoterapia en la Universidad de Barcelona, estoy jubilada, aunque he continuado con algunas actividades. No se deja  nunca  de ser  profesional  de lo que ha sido esencial en la  vida de cada persona.

¿Qué importancia tiene? Pues puede decirse que ha condicionado mi vida no solo a nivel profesional sino también personal. Desde 1962, me dediqué de lleno a esta profesión, del todo desconocida en España, primero para formarme y luego para darla a conocer. Desde el primer momento, me pareció maravilloso poder ayudar a enfermos de todo tipo. A seres humanos desde antes de nacer hasta la senectud. A personas que sufren para ayudarlas, para acompañarlas…

musicoterapia

III Congreso Iberoamericano de Investigación en Musicoterapia, «Musicoterapia, Música y Nuevos Paradigmas en Salud», que tuvo lugar en noviembre de 2017, en Valencia.

 

¿Cómo descubrió usted la musicoterapia?

Por casualidad, podría decirse. Fue a propósito de tener que buscar un tema para mi tesina de licenciatura en Filosofía y Letras, Pedagogía y Psicología en la Universidad de Barcelona, en 1962, dos años antes de terminar la licenciatura.

El tema que había elegido era: “El pensamiento pre-lógico del niño hasta los dos años” (eué piensa un niño a esta edad, cómo ve el  mundo que le rodea…). Me la dirigía el Doctor Nicanor Ancochea Hombravella, psiquiatra, y  Director del Hospital Psiquiátrico de Sta. Coloma, (Barcelona). Un día le comenté  que la música debía de ser de ayuda a los niños a estas edades.  Su respuesta fue que acababa de recibir un libro en el que había un capítulo dedicado a la Musicoterapia, de Juliette Alvin, musicoterapeuta en Londres. Lo leí y me entusiasmó ver  las enormes posibilidades de ayuda a los demás. Desde aquel momento decidí dedicarme a ello.

Afortunadamente, aprendí solfeo a los siete  años a petición propia, dado que la música era para mí esencial en mi vida.  Había cursado el Magisterio, que terminé en 1947, en el que la música era una asignatura importante:  dos años de Solfeo y Teoría de la Música. Y el tercer año: Canto y Danzas folclóricas.  Terminado el Magisterio, empecé piano con clases particulares.  Afortunadamente, la música, en el Magisterio, se  valoraba como algo esencial en la educación.

Un inciso: Desgraciadamente años después ya no fue así. En España la Música en Educación Primaria y en Magisterio es como … “la pariente pobre”. O ni siquiera pariente, o sea que es de pena. ¿Cuándo cambiará?

Volviendo al tema: Sin esta preparación no hubiera podido plantearme elegir este camino dado que se trata de una Terapia a través de la Música. La Música: canto,  audición musical, improvisación musical, danza, baile… son los medios de los que se sirve el musicoterapeuta para hacer terapia, que es lo esencial.

Desde 1962, me puse a investigar. En la Biblioteca Central, ahora Nacional de Cataluña o en otras bibliotecas de Barcelona no encontré nada referente a este tema. Sí encontré alguna referencia, sin el nombre de “Musicoterapia” en libros de la Academia Francesa de Medicina, casos antiguos del 1700 en que relatan algún caso de personas con muerte aparente, y que después de cierto tiempo habían “despertado”, después de haber tocado música con viuelas (predecesoras de las guitarras). Y otros ejemplos en culturas antiguas. Escribí la Tesina que titulé “Influencia de la Música en el Niño” porque no me dejaron que apareciera el nombre de Musicoterapia en el título. Pero sí en el contenido de la tesina. Por lo raro.

Esta Tesina la mandé al Profesor Thayer Gaston de la Universidad de Kansas y a Juliette Alvin. Esto me valió que el primero me permitiera hacer el Internado en Musicoterapia en EE.UU. en 1965-66).  Juliette Alvin me escribió diciendo que aquella tesina podía constituir el punto de arranque de la Musicoterapia en España. (1964).

Mi idea pues fue la de formarme. En aquellos años solo había carrera de Musicoterapia en EE.UU. y en Viena.

 

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45 Reunión Anual de la Conferencia Nacional de la “National Assoc. For Music Therapy”(NAMT). Orlando, 1994.- Prof. Donald Michel y Dr. Kris Chesby. Presentación del Curso de Postgrado de Musicoterapia de la UB, Facultad de Medicina, 1992-94.

 

Sabía francés pero no suficiente inglés, por ello me fui a Montreal que hablan francés, pensando que después  podría  trasladarme a EE.UU.   En Montreal  trabajé en un Hospital  Psiquiátrico Infantil, “Mont Providence” como ayudante de enfermera para trabajar con una niña de 4 años con graves problemas emocionales.  Después,  en enero de 1966 me trasladé a  Nueva York donde  conseguí un “fellowship” en el “New York  University Medical Center”  en el Instituto de Medicina Física y Rehabilitación  para trabajar con niños con espina bífida durante el verano.

Asistí a clases de inglés por la noche  y en septiembre de 1966 empecé el “Internado en Musicoterapia y Artes Creativas Terapia” en Cedar Grove, New Jersey. Terminados los seis meses, encontré trabajo como musicoterapeuta en el “Creedmore State Hospital” de Queens, para trabajar con 4 grupos de 25 niños internados con esquizofrenia, autismo  y problemas emocionales graves, en el Departamento de la Dra. Lauretta Bender. Todo esto sin ninguna ayuda oficial , ni beca de España.

Conseguí la residencia americana, por el trabajo que realizaba en el hospital.  Por consejo de la Dra. Bender,  regresé a España para escribir la tesis de doctorado, presentarla  y regresar. Me guardaron la plaza. Regresé en  enero de 1968.

Durante un año,  escribí la tesis, que me la dirigió el Prof. Juan José López-Ibor, y la presenté a la Universidad Complutense en 1969. Pero no la pude leer hasta junio de 1973. Esta larga espera fue la causante de que no regresara a EE.UU. por razones personales.

 

¿Cuándo y cómo  introdujo la musicoteraia en España?

Ya en octubre de 1969, una vez terminado de escribir la tesis, encontré trabajo de musicoterapeuta y arteterapeuta en la Escuela Primaria de la Base Americana de Torrejón de Ardoz. Y en la Escuela  “Royal Oaks”, aneja a la Base.  Ellos conocían perfectamente los beneficios de la musicoterapia. Terminado el curso escolar, decidí dejarles a pesar de unas condiciones económicas y profesionales impensables entonces  en España. Pero estando allí no introducía la musicoterapia en España.

Regresé a Barcelona, al encontrar trabajo como Profesora de Música, en el “Instituto Psicopedagógico Mundet», de la Diputación de Barcelona, el curso escolar 1971-72. Trabajé con niños con problemas familiares y emocionales. Incluso el NO-DO hizo un reportaje, por lo novedoso. Por las tardes iba  al Hospital Clínico de Barcelona de la UB, para trabajar con enfermos mentales, como trabajo voluntario.  El Prof. Joan Obiols era el catedrático de Psiquiatría y le interesó mi trabajo. Terminado el curso escolar,  dejé el Psicopedagógico Mundet, por lo exiguo de la paga. Imposible.

En Madrid, encontré trabajo como MUSICOTERAPEUTA en el “Hospital Psiquiátrico Infantil, Fray Bernardino Álvarez” de la Dirección General de Sanidad de Madrid. Era un centro con 100 niños internos.  Estuve desde enero de 1972 a julio de 1975. TVE vino varias veces a grabar. El Director era el Dr. Mendiguchia.  Guardo muy buen recuerdo.

El Prof. Joan Obiols Vié, catedrático de Psiquiatría de la UB, me llamó a Madrid, para que regresara a Barcelona porque podía ofrecerme  trabajo como musicoterapeuta en el Hospital Clínico, en Psiquiatría.  Por ello regresé. Y estuve desde julio 1975 a final 1976. No se pudo lograr la plaza de musicoterapeuta en un Concurso del mismo Hospital Clínico porque fue  más importante un Departamento de Electroencefalografía.

Entonces, regresé a Madrid: En el desaparecido “Instituto Nacional de Educación Especial” del MEC, me aceptaron para introducir la musicoterapia en Educación Especial. Por ello, entré como tal en el “Instituto de Educación Espècial,  Princesa Sofía” del MEC y Ayuntamiento de Madrid. Tuve que hacer Oposiciones al Ayuntamiento de Madrid.  Yo ya era Maestra Nacional por las Oposiciones que había realizado en Orense en 1950.

De mi estancia en el “Princesa Sofía”, del 1977- 81, guardo un recuerdo inmejorable. Tuve todos los medios  necesarios  para poder atender a los niños que más lo precisaran  con  musicoterapia . Era  un  centro modélico visitado por  personalidades. Por ejemplo, vino dos veces S.M. la Reina Doña Sofía.

En 1981, por razones personales trasladé mi residencia a Barcelona.  Desde septiembre de este año trabajé como Profesora de Educación Especial en Colegios de Educación Primaria de la Generalitat de Cataluña, pero no como musicoterapeuta. Hasta que en 1992 conseguí  el primer Curso de Postgrado-Máster de Muicoterapia en la Universidad de Barcelona. Fue el primer Máster que existió en España. De dos Cursos mas Prácticas Clínicas de seis meses. Fue un Máster reconocido por la “National Association for Music Therapy”(NAMT) de EE.UU., que permitió a los titulados ir a realizar los 6 meses de Prácticas en Hospitales de EE.UU.  Tres alumnos lo realizaron, entre ellas Patricia Martí. Esta Máster continúa aun dirigido por otra exalumna, Núria Escudé. Este Máster lo impartí en la Universidad Ramón LLull de Barcelona y en la Universidad de Valladolid.

 

Cuando nadie en este país sabía lo que era la musicoterapia, ¿cómo explicaba usted los beneficios que aporta a las personas?

Lo primero que me planteé fue dar cursos de unas 40 a 60 horas en colectivos sanitarios y de Educación Especial. Y así lo hice en diferentes universidades y centros de España, hasta el año 2006.

 

¿Cuándo empezó a haber estudios que avalasen la teoría?

Mi tesina de Licenciatura fue un primer esbozo (1964) y mi tesis de Doctorado; “Musicoterapia para niños autistas. Historia de la Musicoterapia Española”(1972) fueron los primeros esbozos. Pero cuando me planteé formar a profesionales musicoterapeutas era urgente que los futuros alumnos tuvieran libros sobre la materia. En aquel entonces los estudiantes no era normal que supieran inglés y la mayoría de libros de musicoterapia estaban en este idioma. Por ello, decidí escribir uno que editó la Herder: “Compendio de Musicoterapia” en dos vol. Y en 2013 : “Musicoterapia en Psiquiatría”. Aparte también escribí artículos en revistas.

 

¿Cómo y cuándo se empezó a extender la musicoterapia en España?

Considero que ello ocurre cuando alumnos formados en los  Másters de Musicoterapia han empezado a trabajar con enfermos sirviéndose de esta terapia. Los primeros graduados de la Universidad de Barcelona fueron en 1996. En la actualidad hay mas de 11 universidades que imparten Máster de Musicoterapia y la Universidad de Valencia tiene el único Máster Oficial. En 2008, según una investigación que realicé había en España 1.826  musicoterapeutas titulados procedentes de las universidades: Universidad  de Barcelona, Universidad Ramón Llull, Universida de Vic-ISEP, Univ. Autónoma de Madrid, Universidad de Valladolid, Universidad Pontificia de Salamanca, Universidad Pais Vasco, Universidad de Cádiz, Universidad de Murcia, Universidad Católica de Valencia, ISEP Valencia, Universidad de Zaragoza, MAO Vitoria, CIM Bilbao.

 

Entiendo que para hablar de terapia, siempre tiene que ser llevada a cabo por un profesional.  Y será importante que los estudios de musicoterapia se extiendan.

Es indispensable. Aunque aparentemente pueda parecer que es fácil y que cualquiera puede hacerlo. La verdad es que es mas complicado de lo que parece. Se trata de ayudar a personas enfermas corporal,  emocional o psíquicamente. Por ello, además de las técnicas y métodos que se emplean en musicoterapia hay que tener conocimientos de la enfermedad del paciente al que quiere atender: enfermedad física,  mental,  psíquica o emocional. También conocimientos de Educación Especial, si trata a niños con  problemas, etc. Conocer la problemática de cada enfermo al que va a tratar.

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Dra. Joanne Loewy, profesora Gabriela Wagner, Presidente de la“World Federation of Music Therapy”, Dra. Teresa Leita, de la Universidad Lusiade y la presidenta del I Congreso Nacional de Musicoterapia, saludando al P. Abat de Montserrat en 2006.

 

¿Cómo actúa la música en el cerebro de las personas?

Esencialmente, actúa sobre la parte emocional de las personas.  Una música que desagrade no ayuda, no sirve, en musicoterapia. Cada persona tiene sus preferencias y hay que tenerlo en cuenta. Sin embargo, el musicoterapeuta es el que dirige la acción y trata de buscar la música o los ejercicios mas adecuados a cada persona según el problema a tratar.

¿Nos beneficia también la música a las personas sanas?

Sin duda. La música no solo es un arte sino también una ciencia porque podemos estudiar los efectos que tiene sobre las personas y hasta sobre los seres vivos que reaccionan y se ha estudiado. Sobre el ser humano sus efectos se pueden constatar y medir : efectos bioquímicos, neuroquímicos, fisiológicos: sobre la presión de la sangre, el ritmo cardíaco, la respiración, la digestión, la actividad muscular, aumenta la resistencia al dolor, actúa sobre la actividad cerebral… Efectos intelectuales: ayuda a desarrollar la capacidad de atención sostenida, estimula la imaginación, la capacidad creadora, es una fuente de placer, o de enojo si no gusta lo que escuchamos. Tiene unos efectos sociales, espirituales, etc.

¿Cómo beneficia la musicoterapia a las personas con alzhéimer?

Es una terapia muy adecuada como ayuda a estas personas. Y cada vez de va utilizando más.

Se consigue  con las diversas técnicas :

El ejercicio físico que se realiza siguiendo el rítmo de una melodía que guste, contrarresta la inmovilidad de estas personas.

La audición musical de una música adecuada al estado de ánimo de la persona que la escucha, puede ayudarle a alejar pensamientos negativos, a crear un estado de ánimo positivo, a crear sentimientos de confianza, de esperanza, de alegría…

Tocar instrumentos musicales en grupo  ayuda a la creatividad, a la interacción, a la comunicación a la socialización, etc.

Expresión gráfica o artística (dibujar con música de fondo) ayuda a la autoexpresión de sentimientos, etc.

El celebrar el aniversario de cada persona del grupo, celebraciones anuales, etc.

 

En AFAV creemos que la musicoterapia es una ayuda imprescindible para las personas con alzhéimer y luchamos para que desde la administración se considere fundamental y pueda haber ayudas para que se implante en todos los centros o residencias. ¿Qué opina usted?

Que es algo no solo necesario sino también urgente. En España, pienso, nos perdemos por no exigir al Estado,  los recursos necesarios para algo que es urgente y que en este aspecto nos pasan delante la mayor parte de países, no solo europeos.  Se hacen manifestaciones por las calles  pidiendo al  Estado cosas necesarias, pero que yo sepa no se ha hecho ninguna en España pidiendo estos recursos.  Todo se deja  a la ayuda altruista, que es  admirable.  Se deja que el tiempo lo resuelva. Y el tiempo por si solo no resuelve nada.

Es indispensable pedir al organismo competente, en cada Autonomía y al Ministerio de Sanidad, que  reconozca a la musicoterapia como profesión sanitaria. Es fundamental en todos los aspectos.

Simposium de Musicoterapia, dentro del “X Congreso Mundial de Psiquiatría”, Madrid 1996. Der-izq. : Dra. Usan Hanser, Presidente de la “Natuional Association for Music Therapy”(NAMT, USA).- Dr. J. McIntyre, Past President de la (American Psiquiatric Association) APA.- Dra. S. Poch organizadora del Simposium.- Madrid 1998.

¿Cuál cree que es el reto de futuro de la musicoterapia en España?

La creatividad de los españoles y sus cualidades altruistas  de ayuda a los demás, han hecho posible, no el Estado,  que la musicoterapia en estos momentos esté alcanzando unos niveles mejores de los que cabía esperar y  con muy pocas ayudas. Por ello, han podido ya celebrarse,  6 Congresos Nacionales de Musicoterapia:  Montserrat (Barcelona) 2006; Zaragoza (2008); Cádiz (2010); Madrid (2012); Barcelona(2014) y Santiago de Compostela (206). Y el  “VIII European Music Therapy Congress” en Cádiz (2010).

¿Qué le diría a los futuros musicoterapeutas profesionales?

Primero, quiero felicitar a todos los musicoterapeutas que ya están ejerciendo por haber elegido una profesión tan humana, tan creativa, como es la de ayudar emocionalmente al ser humano, a pesar del poco o nulo reconocimiento y apoyo del Estado o de las Instituciones.

A los futuros musicoterapeutas, animarles a emprender esta profesión con entusiasmo porque es una de las  profesiones mas humanas  porque  lo esencial es ayudar a los demás. Ayudar con la música y la palabra a enfermos de todo tipo y a personas en momentos de crisis.

También que tengan esperanza en que la Sociedad terminará por prestar apoyo y reconocer lo valiosa que es esta profesión para la sociedad.

Conoció a nuestro coro Les Veus de la Memòria, ¿qué le pareció esta iniciativa?

Me encantó.  Y con esto está dicho todo. Qué memoria mostraron y qué rostros de felicidad, contagiosa. Esta actividad es fundamental como medio de ejercitar la memoria, entre otros  y como medio de socialización.

Y para terminar, imagine que tiene una varita mágica y pida un deseo.

Ya casi está dicho anteriormente. Que cada vez esté mas reconocida esta maravillosa profesión de ayuda emocional a los demás, por parte de la sociedad y del Estado. Ello como resultado de una buena formación de los musicoterapeutas no solo a nivel científico sino también a nivel personal y humano.